Una historia real que quizás también sea la tuya…
Cuando era adolescente, tenía una pasión que me hacía vibrar por dentro: escribir. Comencé con reflexiones personales, luego cuentos, después una novela… y así fui descubriendo que las palabras eran mi forma de volar.
Un día, cometí el error inocente de mostrarle uno de mis cuentos a un familiar. Quería saber qué pensaba, deseaba compartir mi ilusión.
Lo leyó. Incluso leyó dos. Pero su comentario fue seco, lapidario, aunque envuelto en aparente sinceridad:
👉 “Tus cuentos son algo… insípidos.”
👉 “Les falta emoción y una trama más atrapante.”
No fue un insulto. Pero lo sentí como una sentencia.
Y me la creí.
Pensé que no tenía talento, que lo mío no era escribir.
Guardé mis historias. Silencié mi voz.
Pero, en el fondo, algo dentro de mí se resistía a morir.
Seguí escribiendo reflexiones. Para mí. Para no olvidarme de quién era. Para automotivarme.
Cada vez que leía un libro, lo desmenuzaba con el alma. Escribía resúmenes, frases, ideas. Buscaba la esencia detrás de cada página.
Paso el tiempo, y 10 años después, una vez mas me llego la inspiración.
Un día, ya adulta, algo en mi cambió.
Cansada de escuchar a personas que vivían en la queja constante, que me llamaban “una tipa con suerte” sin saber cuánto me había esforzado, sentí el llamado a escribir algo diferente.
Quería ayudar a transformar la mentalidad de pobreza emocional, espiritual y material.
Así nació mi primer libro de crecimiento personal: “Sé un imán de la suerte”.
Me di cuenta de que mi escritura sí tenía un propósito.
Que no escribía para entretener:
📖 Escribía para despertar conciencias.
📖 Escribía para sanar y acompañar a otros en su camino de transformación.
Y entonces entendí:
Aquella crítica que me hirió no era una verdad absoluta.
Solo venía de una persona que disfrutaba historias de acción, no cuentos con moraleja.
Mi error no fue escribir mal, fue pedir aprobación a quien no hablaba el mismo lenguaje del alma.
Poco tiempo después, recuperé mis sueños.
Volví a escribir cuentos con propósito.
Estoy trabajando en novelas.
Y sigo escribiendo libros para recordarte que sí puedes volar, aunque alguna vez alguien te haya dicho que no eras suficiente.
💫 No permitas que corten tus alas.
Ese es el mensaje que quiero darte hoy.
Porque dentro de ti sigue viva esa voz que sueña, que crea, que anhela.
Y el mundo necesita escucharte.
🦋 Si alguna vez sentiste que no eras suficiente, si guardaste tus sueños por miedo al juicio o la crítica, este libro es para ti.
Te invito a leer “No permitas que corten tus alas” y a recordar que sí tienes permiso para soñar. Y también para volar.
Si has llegado hasta aquí…
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